Good Light, Good Air

El título Buena Luz, Buen Aire es extrañamente paradójico. Trabajando con calma en el momento en que se reúnen su identidad artística y su persistente atención a la historia coreana moderna, el director Im en esta película se centró en donde se cruza la historia de la opresión y la lucha entre Gwangju y Buenos Aires. En ambas ciudades, un gran número de personas que lucharon contra la dictadura fueron masacradas y desaparecidas. La gente de ambas sociedades todavía vive con ese trauma. Cuando los testimonios de las víctimas de las dos ciudades cruzan, la película nos da escalofríos como la historia inquietante de las dos es muy similar. A través de Buena Luz, Buen Aire, el director Im nos pregunta cómo recordaremos el pasado desde donde estamos ahora.

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